En diciembre de 2005 , Fred Strunk, un hombre de 63 años de edad y sin antecedentes penales, fue detenido por la construcción de una granja de marihuana. Si si, señores! Una auténtica plantación gigantesca de marihuana subterránea. El inmueble contaba con una red de cuevas de unos 80 metros de longitud. El grado de sofisticación es de película! Todo apunta que es el negocio perfecto pero.. ¿Quieres saber cual fue su fallo?
La cueva estaba situada debajo de una mansión en Dixon Springs Road, en el condado de Trousdale Este, Tennessee. Esta zona está a unos 40 kilómetros al noreste de Nashville y no es precisamente conocida por ser un centro de actividad criminal. De hecho, situado en las colinas del Norte Rural de Tennessee, Trousdale es el condado más pequeño de todo el Estado.
Lo que, a priori, resultaba ser una lujosa casa en realidad no era mas que una fria y calculada tapadera de droga. Debajo de ella había "un inmenso jardín de marihuana, de la buena..." como dirían los hermanos Muñoz. Se trata de una de las plantaciones de marihuana hidropónica más grande jamas construidas. Se calcula que podía llegar a generar hasta 15 cultivos anuales de unas aproximadamente 800/1.000 plantas cada uno de ellos (Saquen sus calculadoras, señores!).
Se accedía a la casa por el garaje que se abría mediante un mecanismo hidráulico. Desde el garaje se bajaba hasta 12 metros de profundidad. Una vez abajo, la cueva estaba completamente equipada con equipos de alta sofisticación. Sistema de aire, ventilación y una pequeña oficina a modo de sala de juntas, varios dormitorios, baños, duchas. También había dos grandes salas, éstas destinadas a la producción de marihuana. Las salas se mantenía a una temperatura constante de 30.4ºC, permitiendo el crecimiento mas rápido de las plantas. Una de estas salas se destinaba a las plantas inmaduras, los denominados "esquejes", en fase de crecimiento. La otra se dedicada de pleno a las plantas maduras. También había una zona destinada al empaquetado de la marihuana.
LA CUEVA VISTA EN PERSPECTIVA |
La propiedad ni siquiera estaba destinada para la vivienda. Fred y sus dos socios (también detenidos) la frecuentaban lo menos posible. Los números de productividad al mes/año eran tan abrumadores que ellos solos no podían. No daban a basto. Necesitaban recurrir a la contratación de trabajadores hispanos. Traían unos seis o siete trabajadores ilegales desde el Estado de Arizona hasta Tenesse. Los transportaban con los cristales tapados para que no pudieran saber con exactitud hacia donde se dirigían. En ocasiones directamente les tapaban los ojos. Además, Fred (el cabecilla) llevaba un perfil bajo. Daba la apariencia de una persona madura, entrada en años, amable, el perfil de alguien lejos de toda sospecha. Sin embargo, para las autoridades conocer su verdadero nombre no fue menos difícil que dar con su paradero. En el momento de su detención el malhechor portaba consigo una documentación falsa. De esta manera, conseguía no dejar huella. Se movía por la ciudad como un fantasma, era un número sin cara.
Llegado el caso de que hicieran una redada no sería tan fácil darles caza a los que en aquel momento se encontraran dentro. La instalación guardaba todavía un As en la manga que estaba a la altura de peli Hollywoodiense. Disponían de un túnel de escape. Este partía de una de las dos zonas de cultivo y contaba con una escalera retráctil que podía ser fácilmente escondida para no dejar rastro. La salida del túnel de escape estaba situada a unos 95 metros de distancia de la finca, la cual daba a una trampilla camuflada bajo una roca que se abría mediante un dispositivo hidráulico. Esta era la llave para dejar atrás la vida de traficante y salir por el otro lado como un ciudadano normal sin ser capturado. Este método, pensaban los detenidos, les daría una ventaja mas que prudencial ante un posible registro de vivienda por parte de la autoridad competente. (Por cierto, en ese Condado solo tenían un Sheriff. No existía departamento de policía como tal. Este eso otro factor a tener en cuenta)
TRAMPILLA SITUADA A 100 m DE LA FINCA |
Además, TODO lo que producían lo vendían fuera del condado de Trousdale. Como vemos, toda precaución era poca.
Cuando se construyó la casa Fred pidió a la compañía encargada de suministrar la electricidad que instalara un generador muy potente. Uno más grande de lo normal para este tipo de casas. Tras cuatro año de incesante producción el dueño del negocio se dio cuenta que ese generador se le estaba quedando pequeño. Por lo tanto, necesitaría uno más grande si quería mantener el mismo nivel de producción y, por consiguiente, el mismo nivel de rentabilidad. Hasta el momento, parece ser que esta gente no tiene ni un pelo de tonta!
Como tenían miedo de levantar sospecha solicitando un suministro eléctrico de mayor potencia, Fred barajó la opción de reducir su plantación a la mitad y así consumir la mitad de electricidad. Él se negó porque, para que pensó: ¿Para que voy producir menos? Tengo la infraestructura para producir el doble! De esa forma vería disminuidos sus beneficios a la mitad y perdería la mitad del negocio pero la avaricia, tarde o temprano, rompe el saco y veremos por qué.
En ese momento se le ocurrió la mejor idea de toda su vida (Para los de la LOGSE: IRONÍA) Se le encendió la bombilla (nunca mejor dicho) y dijo: "Ya se algo que no levantará sospecha!" Finalmente, optaron por robar suministro eléctrico mediante un enganche ilegal a la red a un vecino del pueblo.
No hace falta que les cuente el final de la historia, señores, porque es de esperar. Esa fue su ruina: Primero la compañía detecto un fraude bastante importante. Por lo tanto, empezó a llevar a cabo una serie de diligencias de investigación. Todo ello, sin avisar a la policía. Para que? En principio, podría ser perfectamente una fuga de corriente, algo que este funcionando mal, quién sabe? Tras localizar la casa donde creían que se estaba cometiendo el fraude, mandaron un técnico a revisar el inmueble. Cuando este se acercó a la casa, se percató de que allí no vivía ni el tato. No había muebles, ni cortinas, sin ningún tipo de mobiliario. Al empleado todo eso le pareció muy raro raro raro.. Al adentrarse un poco más, salió un hombre armado que le obligó a abandonar la propiedad.
Esto fue una reacción en cadena: El empleado dio parte de lo sucedido. La compañía eléctrica informó a la policía y, tras un tiempo de investigación, reuniendo información, pudieron finalmente detener a los traficantes y registrar la propiedad. Su sorpresa fue mayúscula cuando descubrieron la magnitud y sofisticación de las instalaciones.
Algunas fuentes apuntan a que en realidad se trató de un soplo, un informador anónimo. Posiblemente una persona que estaría enfadada con Fred Strunk o implicada de alguna forma en su negocio. En cualquier caso, es extraño que alguien tan cuidadoso, tan meticuloso en la seguridad, alguien que había preparado una infraestructura tan grande y un plan tan maquiavélico, no tuviera en cuenta que la compañía eléctrica detectaría el fraude.
Según la investigación policíal, se estima que ganaron más de $ 6,800,000 por año en ventas de marihuana.
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